Aunque aún no hay un cronograma definido por el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) como entidad ejecutora para el comienzo de los trabajos de la ampliación del tramo El Rancho-Teculután, todo indica que las obras en campo comenzarán en el ejercicio fiscal del 2026.
El Legislativo aprobó el préstamo por US$175 millones, que representan unos Q1 mil 352 millones, dirigidos para el programa de continuidad de la ampliación de dicha carretera, y la operación de crédito público con los organismos internacionales tenía como fecha de expiración el próximo 7 de diciembre.
Entre las condiciones del crédito está una tasa de interés basada en SOFR (que es la referencia del costo en préstamos en dólares) para el BID y para AECID del 1%. Además, que el plazo de ejecución para el BID es de cinco años y para el AECID, de seis. Se proyecta además que la tasa interna de retorno económico será de 26.3%.
El proyecto consistirá en la ampliación a cuatro carriles de 35 kilómetros de longitud del Corredor CA-9 El Rancho, San Agustín Acasaguastlán, El Progreso, en donde se construirá un libramiento hacia Teculután, Zacapa.
Julio Héctor Estrada, presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso, explicó que todo apuntaría a que la ejecución de los trabajos en campo pueda ser en el 2026, por las diferentes etapas que se deben cumplir.
Expuso que para el siguiente año el CIV deberá hacer la contratación, licitación de las bases y a su entender este proceso se podría llevar durante el primer semestre del 2025, y la preparación de los contratos y la entrega de anticipos, para un segundo semestre del mismo año.